Hace mucho tiempo, que no coincidía la presencia del Gran Circo La Águilas Humanas, para las Fiestas mayas en la ciudad. Era todo un acontecimiento y un fenómeno social. El Mito era ir la Noche del Debut, porque según la creencia popular, era la mejor y que los Artistas entregaban todos en la Pista en esa función. Solo actuaba, viernes en la noche, sábado y domingo 3 funciones y después del nocturna del domingo, se desarmaba y el lunes en la mañana, solo quedaba el aserrín y las muestras de los animales.
Se instalaba en calle O!Higgins abajo, cerca de la playa, había un sitio vacío, que sería mas o menos si la memoria no me falla. En donde esta la avenida Arturo Prat, ocupando algo del actual Gobierno Regional, Clínica Iquique y edificio Costanera. La ciudad entera rotaba por la gran carpa en los días de función. Allí conocimos los exóticos animales que solo veíamos en la películas en blanco y negro de Tarzán, o las de aventuras selváticas. Allí vimos volar a las águilas humanas en lo alto del Trapecio, nos poníamos nerviosos con el Cruce de la Muerte o el Triple Salto Mortal. Los caballitos, los perros, malabaristas, etc. Y allí estaban los Payasos y los Tonys, con este circo conocimos hombres consulares del humor circense: Caluga padre, Folleque, Rabanito, Coligue, Chocolate y tantos otros anónimos, que nos hacían delirar con sus payasadas.
Era un fenómenos Social, porque el público que asistía era de todos los estratos y se apreciaba en las localidades que se adquirían para presencial la función. El populacho a los tablones de la galería, la platea estaba dividida en Preferencia de Primera, Segunda y Tercera fila y el resto de sillas, que se ubicaban en un lugar incómodo para ver el desarrollo del espectáculo. Allí se sentaban los de clase media o uno que otro arribista. Y luego el Palco que era al lado de la Pista y tenía solo cuatro silla y el precio era bastante elevado y era para la alcurnia iquiqueña.
La banda tocaba afuera del Circo y en el interior acompañaba a los artistas en sus números. Se apagaban la luces y el Presentador o Señor Corales, decía. Respetableeeeeeeeeeeeeee púuuuuuuuuuuublico, Empresa Chilena Cóndorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, presenta el desfile inaugural de la función, adelante, sonaba la banda y salía la Guaripola y todos los artistas desfilaban detrás de ella.
Ellos vendían sus fotos, vendían la Poesía del Payaso. Había un intermedio para comprar churros, manzanas confitadas, turrón, etc.
El último número eran los Trapecistas, Las Águilas Humanas, de allí su nombre.
Fin de la función y esperar el regreso a la vuelta del año, mayo del año siguiente. Venían otros circos pero no era lo mismo.