En la década del 50 al 60, solo existían las radios de Amplitud Modulada y por su supuesto que eran locales, no se escuchaban radios nacionales, solo las locales y algunos programas envasados que llegaban del Centro del país, como La Tercera Oreja, Residencial La Pichanga, Hogar Dulce Hogar, la Bandita de Firulete, etc.
Entonces la juventud de la época, en las radios a tubo de sus casas, o cuando parecieron las radios a transistores las ponían en “onda corta” y se escuchaban radios peruanas, bolivianas y una que otra argentina.
En las radios bolivianas, se escuchaban huaycos como Naranjitay, taquiraris como Cunumisita y cuecas bolivianas.
En las radios peruanas, aparte del ancestro que nos dejó la Guerra del Pacífico, se formó un verdadero culto en torno a los intérpretes y la música peruana. Intérpretes emblemáticos, se escuchaban en casi todos los barrios populares de Iquique y en cada uno de los hogares, día a día entraban, Luis Abanto Morales, Zambo Caverp, Jesús Vásquez, Carmencita Lara, Los Trovadores Criollos, etc.
Aquí en la ciudad hubo muchos artistas locales, que imitaron este estilo, y como en esos tiempo, los cabaret y la prostitución estaban legalizadas, estos grupos cantaban en cuantos tugurios y lupanares habían en la ciudad y en algunas Fuentes de Soda, medios “camufla”, donde también se ejercía el comercio sexual. El tiempo pasó y ya en esos lugares no había música en vivo, aparecieron los “tanques musicales” o “chanchas” como se les llamaba en Iquique, hoy los potijuntos les llaman “Wurlitzer”, que en realidad era una de las marcas de estos artefactos. Éste era un aparato electrónico, con muchos discos de vinilo y que tenían un listado con una clave, el usuario echaba algunas monedas, ponía la clave y se escuchaba la canción elegida. A este artefacto en México y Perú se les llama Rockola. Incluso elos bailes benéficos “malones” de esos tiempos, en vez de contratar un conjunto, se arrendaba una “chancha” y con le dinero que se le echaba para la música, se pagaba el arriendo de ella.
Los tiempos fueron cambiado, de acuerdo al dinamismo de la evolución social, y en las “chanchas” se empezó a escuchar una voz con un tinte muy especial de canciones que muchos denominaron “cebolla”,pero que es parte de la Cultura Popular. Esa voz llenó las noches de la Bohemia Iquiqueña. La calle Thompson de 21 de mato hacia abajo, la calle Amunátegui, desde Sargento Aldea hasta San Martín, incluso en pleno centro, el bar “Murex”, que se ubicaba en Tarapacá por ahí donde hay una feria, frente a lo que hoy es el Banco BCI. Fue una voz que se afincó aquí en Iquique, mas que en el Perú, pues su dueño era peruano.
Su primer gran éxito en Iquique y por extensión en Chile, fue un bolero llamado “Marabú”, si, ese cantante es Don Lucho Barrios, a quién los peruanos llamaban Míster Marabú. Lucho Barrios fue en sus comienzos más conocido en Iquique que ne su País. Llegó por primera vez a cantar ala Fuente de Soda “La Portada” de propiedad de un croata de apellido Barbaric, le padre de Mándiza (CORE) y de Iván que alguna vea fue Secretario General de CORMUDESI. Y desde allí comenzó un ir y venir entre su país y nuestra ciudad, luego su fama se fue solidificando en Chile y el extranjero. Entonces la giras fueron permanentes e interminables.
Cantó en el Olimpia de París, escenario para los privilegiados e inició su concierto con un vals tradicional de su país “Juanita”.
Su repertorio es interminable, canciones muy conocidas y otras no tanto, yo tengo un disco mp3 que tiene mas de doscientas canciones y ese no es todo su repertorio, como no olvidar en las tardes y noches iquiqueñas su voz reproducidas en las chanchas, Borrasca, Amor de Pobre, Brujerías, Amar y Vivir, Amigo de Qué, El Retrato de Mamá y tantas. Con posterioridad, saldría de sus labios “Mi Niña Bonita!, La Joya del Pacífico y por último el Vals a Iquique de Gilberto Rojas.
Don Lucho Barrios ha muerto, pero su legado quedará en el alma del Perú y de Iquique, como dijo Allan García en su velatorio, era un ciudadano de Chile y el Perú.
El canto de Lucho Barrios permanecerá en el alma del pueblo Iquiqueño, especialmente de aquel que se crió en al cultura de las Chanchas Musicales. Hoy de vuelta del Cementerio 1, pasé por Errázuriz con Thompson, ya no esta la Fuente de Soda “La Portada”, pero en is oídos sonaba Marabú…Adiós ya me quedo sin ti y así para que mas vivir…Mister Marabú…descansa en paz…Jallalla