El 1° de marzo del 1969, un joven profesor de Educación General Básica, con mención en Castellano, comenzaba sus labores a cargo del tercer año Básico del Colegio San Luis de Antofagasta y a su vez, desempeñándose como Inspector de Internado, a cambio de alojamiento y comida. Llegó por casualidad a ese trabajo y lo aceptó porque entrar al servicio fiscal en ese tiempo era muy difícil. Comenzó con el ímpetu de la juventud y del profesor joven que quiere cambiar el mundo. Creo que dentro de su ámbito lo logró. Desde ese momento han pasado 39 años y ahora el 1° de marzo del 2008, cuando los profesores deben asumir sus cargos para el nuevo año lectivo, él ya no estará.
Su salud le jugó una mala pasada y durante el 2° semestre del año 2007, estuvo con licencia y el médico le dijo que era contraindicado seguir trabajando. Entonces decidió iniciar los trámites de pensión de invalidez, fue aprobada su imposibilidad y ya no pisará más una escuela ni un aula para trabajar, su vida profesional llegó a su término no digamos que sin pena ni gloria, porque sus logros profesionales y personales han sido muchos y muy buenos, con la bendición de Dios, la Virgen y San Pedro su Patrono. Pero llegó así subrepticiamente y debe irse, su salud lo exige, pero se va con mucha pena, pena porque no estaba preparado para ello, pena porque la jubilación del profesor y profesora por edad es una injusticia muy grande y que el Colegio de la orden siempre ha soslayado, aparte de ser paupérrima, pena porque si fuese por años de servicios, estaría jubilado hace 9 años y con indemnización que ahora no tiene, porque no jubila, se pensiona, ese es el término técnico. Su salud seguramente se habría resentido igual, pero no tan rápido como ocurrió. Tiene un soporte muy grande y fuerte, su familia una compañera muy leal y tres hijos maravillosos, todos profesionales y ese es su orgullo.
Muy preocupado de la Cultura Tradicional, ha tenido grandes logros en ese campo, especialmente con el Taller de Folclore de alumnos y alumnas de la Escuela Centenario de la República de Chile, su escuelita, donde entregó 25 años de su vida profesional. Terminó su vida laboral en la Escuela España, donde se encontró con la indolencia casi generalizada de sus pares, así que para él la última Comunidad Educativa en su carrera, ha sido su Centenario.
No pasa desapercibido, es claro en plantear sus ideas, firme de convicciones, de buenas relaciones humanas, pero ha sido un peón anónimo, no se le ha reconocido su labor con los niños y niñas en lo que respecta a su formación ética y moral que les inculcaba en los Talleres de Folclore, que incluía danza y Tropa de Lacas. Bueno no se le ha reconocido públicamente, pero si tiene el reconocimiento constante de los alumnos, alumnas, de los padres y apoderados de los niños y niñas que aprendieron con él. Bajo su dirección la Escuela Centenario, logró dos veces el primer lugar en el concurso de cueca escolar variante norte, uno con la Escuela 70 y dos con la Academia Iquique.
Integró Los Conjuntos Magisterio de Coronel, Magisterio de Iquique, Ñusta Huillac y en la actualidad dirige el Conjunto Huara Huara. En ese sentido ha cumplido con su deber y ha tenido un pasar excelente en esta actividad, pero desconocida para muchos..
Bueno, son muchas las cosas que un “maestro” como él hace en su vida profesional y no espera ni reconocimientos ni homenajes.
La cosa es que el 05 de marzo, se inician las clases en las Escuelas municipalizadas de la Comuna de Iquique y el profesor Juan López Moraga, no estará en ningún establecimiento, como lo ha estado permanentemente por espacio de treinta y nueve años.
Su salud le jugó una mala pasada y durante el 2° semestre del año 2007, estuvo con licencia y el médico le dijo que era contraindicado seguir trabajando. Entonces decidió iniciar los trámites de pensión de invalidez, fue aprobada su imposibilidad y ya no pisará más una escuela ni un aula para trabajar, su vida profesional llegó a su término no digamos que sin pena ni gloria, porque sus logros profesionales y personales han sido muchos y muy buenos, con la bendición de Dios, la Virgen y San Pedro su Patrono. Pero llegó así subrepticiamente y debe irse, su salud lo exige, pero se va con mucha pena, pena porque no estaba preparado para ello, pena porque la jubilación del profesor y profesora por edad es una injusticia muy grande y que el Colegio de la orden siempre ha soslayado, aparte de ser paupérrima, pena porque si fuese por años de servicios, estaría jubilado hace 9 años y con indemnización que ahora no tiene, porque no jubila, se pensiona, ese es el término técnico. Su salud seguramente se habría resentido igual, pero no tan rápido como ocurrió. Tiene un soporte muy grande y fuerte, su familia una compañera muy leal y tres hijos maravillosos, todos profesionales y ese es su orgullo.
Muy preocupado de la Cultura Tradicional, ha tenido grandes logros en ese campo, especialmente con el Taller de Folclore de alumnos y alumnas de la Escuela Centenario de la República de Chile, su escuelita, donde entregó 25 años de su vida profesional. Terminó su vida laboral en la Escuela España, donde se encontró con la indolencia casi generalizada de sus pares, así que para él la última Comunidad Educativa en su carrera, ha sido su Centenario.
No pasa desapercibido, es claro en plantear sus ideas, firme de convicciones, de buenas relaciones humanas, pero ha sido un peón anónimo, no se le ha reconocido su labor con los niños y niñas en lo que respecta a su formación ética y moral que les inculcaba en los Talleres de Folclore, que incluía danza y Tropa de Lacas. Bueno no se le ha reconocido públicamente, pero si tiene el reconocimiento constante de los alumnos, alumnas, de los padres y apoderados de los niños y niñas que aprendieron con él. Bajo su dirección la Escuela Centenario, logró dos veces el primer lugar en el concurso de cueca escolar variante norte, uno con la Escuela 70 y dos con la Academia Iquique.
Integró Los Conjuntos Magisterio de Coronel, Magisterio de Iquique, Ñusta Huillac y en la actualidad dirige el Conjunto Huara Huara. En ese sentido ha cumplido con su deber y ha tenido un pasar excelente en esta actividad, pero desconocida para muchos..
Bueno, son muchas las cosas que un “maestro” como él hace en su vida profesional y no espera ni reconocimientos ni homenajes.
La cosa es que el 05 de marzo, se inician las clases en las Escuelas municipalizadas de la Comuna de Iquique y el profesor Juan López Moraga, no estará en ningún establecimiento, como lo ha estado permanentemente por espacio de treinta y nueve años.
