Toda ciudad está conformada por Barrios, con vida e identidad propia, que le dan un estilo de vida a los pobladores del barrio y/o la ciudad. Todo esto es factible hasta que éstos no son atomizados por el progreso, la modernidad, la dinámica social o como se le quiera llamar. Algunos le llaman Progreso y en nombre de él, se cometen verdaderos”crímenes culturales y sociales”. Es bueno modernizar, pero no erradicar. Eso ha ocurrido con la mayoría de los Barrios emblemáticos de nuestro Puerto. Han surgido construcciones hermosas, imponentes Torres de departamentos...pero sus habitantes ya no son los mismos...los otros los enraizados con ese territorio, sus costumbre y tradiciones han debido marchar sin posibilidad de retorno. Imposibilidad que pasa por los medios económicos de los desarraigados. Para todos ellos ha sido una etapa muy dolorosa de adaptación y un vivir de recuerdos.
En el Iquique de antes, los Barrios Iquiqueños, marcaban el ritmo social y de vida de la ciudad. Toda gente de bien y buen vivir. Excepciones hay en todas partes,.Cuando se preguntaba donde vives, no se daba la dirección, ni se nombraba la calle, con orgullo se decía soy de...y se nombraba el Barrio. Cada uno de ellos tenía un límite territorial muy marcado, con calles que eran la frontera, que indicaban el término de uno y el comienzo de otro barrio. Existían sanas rivalidades en competencia deportivas y en celebraciones comunes de la ciudad como Carnavales, Fiestas de la Primavera, Semana Tarapaqueña y las celebraciones de hechos históricos, donde la celebración del 21 de mayo, era más importante que la celebración del 18 de septiembre, significaba ropa y zapatos nuevos para los niños.
Más Barrios después siguieron surgiendo por la expansión territorial que trajo consigo el auge de las pesqueras. Pero los emblemáticos en la época del 50 como hasta el 65, eran: El Colorado, que contenía a toda la población ferroviaria del Recinto Estación y la Siberia. El Matadero, la Plaza Arica, para que no se enoje Bernardo Guerrero, Pueblo Nuevo, luego apareció la San Carlos, el Centro de la ciudad donde había Clubes Deportivos que eran los aglutinantes, bajando hacia la costa, la Puntilla, El Morro, el sector de todos los barrios de José Miguel Carrera al Sur, hasta llegar a Cavancha. Con posterioridad la ciudad creció, los barrios también, llegó gente nueva en busca de mejores horizontes, que fueron influyente y cambiaron tradiciones o las adaptaron a su manera. La ciudad fue cambiando y su gente también. Surgieron lo Proyectos, los planos reguladores y todo cambió. Pasamos a ser extranjeros en nuestra ciudad y usando el gentilicio del barrio en forma romántica sin vivir ya en ese territorio donde hay un pedazo de cada uno de los que allí vivieron. Ya no podrán hacer Huesos Viejos en su querido Barrio. Todo cambia, pero se debió buscar una fórmula para modernizar sin erradicar a los que allí se formaron.
Aparte de que los Iquiqueños, los de los Barrios, somos una especie en extinción.
CAVANCHINO
En el Iquique de antes, los Barrios Iquiqueños, marcaban el ritmo social y de vida de la ciudad. Toda gente de bien y buen vivir. Excepciones hay en todas partes,.Cuando se preguntaba donde vives, no se daba la dirección, ni se nombraba la calle, con orgullo se decía soy de...y se nombraba el Barrio. Cada uno de ellos tenía un límite territorial muy marcado, con calles que eran la frontera, que indicaban el término de uno y el comienzo de otro barrio. Existían sanas rivalidades en competencia deportivas y en celebraciones comunes de la ciudad como Carnavales, Fiestas de la Primavera, Semana Tarapaqueña y las celebraciones de hechos históricos, donde la celebración del 21 de mayo, era más importante que la celebración del 18 de septiembre, significaba ropa y zapatos nuevos para los niños.
Más Barrios después siguieron surgiendo por la expansión territorial que trajo consigo el auge de las pesqueras. Pero los emblemáticos en la época del 50 como hasta el 65, eran: El Colorado, que contenía a toda la población ferroviaria del Recinto Estación y la Siberia. El Matadero, la Plaza Arica, para que no se enoje Bernardo Guerrero, Pueblo Nuevo, luego apareció la San Carlos, el Centro de la ciudad donde había Clubes Deportivos que eran los aglutinantes, bajando hacia la costa, la Puntilla, El Morro, el sector de todos los barrios de José Miguel Carrera al Sur, hasta llegar a Cavancha. Con posterioridad la ciudad creció, los barrios también, llegó gente nueva en busca de mejores horizontes, que fueron influyente y cambiaron tradiciones o las adaptaron a su manera. La ciudad fue cambiando y su gente también. Surgieron lo Proyectos, los planos reguladores y todo cambió. Pasamos a ser extranjeros en nuestra ciudad y usando el gentilicio del barrio en forma romántica sin vivir ya en ese territorio donde hay un pedazo de cada uno de los que allí vivieron. Ya no podrán hacer Huesos Viejos en su querido Barrio. Todo cambia, pero se debió buscar una fórmula para modernizar sin erradicar a los que allí se formaron.
Aparte de que los Iquiqueños, los de los Barrios, somos una especie en extinción.
CAVANCHINO