Título un tanto curioso, para rendir un homenaje póstumo, a un cavanchino que realmente sabía de fútbol y sabía porque era un privilegiado del creador, el que lo dotó de una zurda maravillosa, con la cual dibujaba en una cancha , era una artista con la pelota en su pie siniestro .Pablo Daud, cavanchino de los buenos (si, ya se que algunos dirán que no, pero sacó carta de ciudadanía cavanchina hace mucho tiempo, se la ganó y la merece), decía en el cementerio, que él nunca había visto mejor zurda en ningún jugador, y Pablo sabe, dijo que tal vez podría ser la de Rivelinho y ojo que hablamos de la pierna izquierda y hay muchos que han brillado con esa extremidad. Cuando yo era niño, todos los “ cabros” íbamos a ver jugar a la Primera del Club del Barrio, la gloriosa azul grana del Deportivo Cavancha y allí había un ídolo que nos deslumbraba con sus goles, sus “cachañas”, sus túneles, sus pases, sus frases especiales para animar a un compañero, aunque la más de las veces era para retarlo, estaba en la cancha el “Chato Mir”, haciendo exquisiteces con la galanura de su fútbol. Yo me enteré mucho después que se llamaba Norberto, es que en lo barrios del Iquique antiguo se privilegiaban los “apodos”. El Chato, transitó por varios Clubes, jugaba en Primera en Norteamérica, junto a otros cavanchinos, porque Cavancha jugaba en la Liga de los Barrios. Cuando entraron a la serie aspirantes al ascenso, los cavanchinos de otras instituciones, llagaron a defender lo colores de “su” club, entre ellos Norberto.
Fue un caudillo, un líder innato dentro de la cancha, fuera de ella era un tanto tímido si se quiere, pero adentro no lo avasallaba nadie, ni compañero, ni contrincante, incluso los árbitros, muchas veces fue sancionado por ello, pero era un jugador que lo entregaba todo en la cancha, que jugaba con la razón y con el corazón, el mismo que el destino le jugó una mala pasada en la cancha “Hernán Villanueva”, se le paralizó dentro de ella, lamentablemente con otra camiseta, la de Unión, pero murió como pasó gran parte de su vida, vestido de futbolista dentro de una cancha, estaba predestinado para ello, era un elegido del Maestro.
Norberto entregaba su experiencia y sabiduría a los peques del club, tal vez con una metodología poco convencional, que mechas veces no era del agrado de padres y apoderados, pero así era él, ante todo la disciplina táctica dentro de la cancha y como sistema de vida fuera de ella.
Se podría hablar mucho de su vida familiar y laboral, de que no se fue a jugar a otro lado, tal vez por la incertidumbre de lo nuevo, los equipos peruanos que jugaron contra Cavancha, en una época en que el club hacía empresa, estaban enloquecidos por llevárselo, pero el fin de esta nota es recordarlo, nació de la señora Herminia, mellizo con su hermana Libertad, menor es Orlando otro gran futbolista, el Chato veía a Orlando perfilarse, éste se subía a la motoneta y a celebrar. Su padre fue el “Gringo Roberto” o pimienta, se fue a reunir con ambos.
Fue seleccionado de Iquique, pero no era llamado con frecuencia, no se porqué, recién me doy cuenta, sería su genio, incompatibilidad de caracteres con otros, son. solo suposiciones, lo concreto es que siempre vivirán en el recuerdo su figura, con la medias abajo, camisa afuera, esa sonrisa entre inocente y sarcástica y sus frases y expresiones, como las siguientes para dar ánimo al salir a la cancha, “ al que se pierde un gol patá en la raja . O la otra y más conocida, cuando había una tole tole y la pelota le caía a un jugador con ripios decía: “la pelota siempre le cae al hueón más malo”.
Norberto Mir Miranda, el Fútbol y el Club Deportivo Cavancha están en deuda contigo.
No se por que razón se calló parte de tu template (la imagen del blog).
Revisa algunas palabras estan mal escritas y no me refiero a ortografía (en la que soy pésima, si no a que le faltan letras o estan dadas vuelta.
Insisto en lo que te escribi al otro blog....... Escribe una nota para el piquichuqui, tienes que ser parte de eso, tus notas son buenas, ya verás que bien se siente aportar.