viernes, septiembre 28, 2007
EL "CATO lOPEZ" NO HA MUERTO
Mi nombre es Juan Hugo López Moraga, 60 años, nacido y criado en un barrio hermoso, hoy atomizado: "CAVANCHA". Mis vecinos eran la familia Gálvez Ríos por un lado y por el otro una Quinta de Recreo, "LA PERLA". En calle Filomena Valenzuela 140. Los Gálvez Ríos, eran los padres, los hijos y otros parientes.Una de las hijas, Juana Gálvez Ríos, cuando nació el autor de esta nota y como " dueño " de esta págin, fue bautizado como Juan y como la gran novedad le decían Juanito y la Juana Gálvez Ríos, como pequeña en vez de Juanito, decía "CATITO", y por la ley del menor esfuerzo, quedó en CATO. La Juana Gálvez y su marido José Ponce, santiaguino, son mis compadres, soy el padrino de su hija Caroline Jenny Ponce Gálvez, Matilde Magnolia Marabolí Vergara, fue la madrina
Hasta estos días, ahora es más conocido por su nombre legal dentro de la fauna cavanchina,pero para muchos sigue siendo El Cato.
Entre paréntesis, este apodo me llena de orgullo, porque me hace singular y me da identidad cavanchina, barrio al cual amo y a las instituciones que le daban vida al sector como El Club Deportivo Cavancha y Los Morenos de San Pedro de Cavancha. Es mi "Chapa" de cavanchino.
Existen otros catos dentro y fuera de la ciudad,pero el de Cavancha soy yo y nadie más.Porque escribo esto, resulta que en la calle Filomena Valenzuela, nombre de una Cantinera de la Guerra del Pacífico y que se avecindó en la península, Luis Manzo, Pegepela, contruyó una casa, la cual a su muerte fue vendida. Allí se instaló un Restaurante, el cual ya cerró sus puertas. La dueña de la propiedad, tenís un hijo que no se su nombre,pero le decían Cato, y murió en la calle de un paro cardíaco y vivia en la península y alli fue el velatorio, que en Paz descanse.
Murió CATO, los cavanchinos todos, me creyeron muerto, algunos los sintieron y para otros debe haber sido indiferente. Mi querida amiga Gloria Elizondo Brantes, la "yoya", llamó a mi casa con mucho temor y pidió hablar con el hijo de Juan López, grande fue su sorpresa, al ver que yo le respondí.
Los cavanchinos se estaban organizando, agradezco la preocupación, he estado delicado de salud,pero aún no ha llegado mi hora, ella llegará sin dudas,pero cuando mi Dios al que tanto amo y he venerado a través de San Pedro y la Chinita, así lo disponga. Fue un Requiem anticipado, agradezco la preocupación de mis coterráneos de barrio su preocupación, pero espero seguir siendo un cavanchino de los de verdad por mucho tiempo. Gracias.
 
Cavanchino el 8:57 a. m. | Link permanente |


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